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Programa de Servicios Bibliotecarios y de Información de la Escuela Intermedia Sor Isolina Ferré de Ponce, Puerto Rico.
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Carta Circular Núm. 11-2021-2022
Política Pública sobre las Normas y Directrices del Programa de Servicios Bibliotecarios y de Información para las Bibliotecas Escolares
Sor Isolina Ferré - Biografía
Sister María Isolina Ferré Aguayo nació el 5 de septiembre de 1914 en la Calle León #13, Ponce, Puerto Rico. Estudió en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús en Ponce. Fue la hija menor de don Antonio Ferré Bacallao y doña Mary Aguayo Casals, quienes le enseñaron desde pequeña a tener compasión por los menos afortunados y que todos somos iguales ante los ojos de Dios. Su madre era una mujer devota llena de caridad y amor al prójimo. Su padre siempre estuvo interesado en el desarrollo espiritual y vocacional de la juventud, y preocupado porque cada joven aprendiera a leer y a escribir, adquiriera un oficio y conociera sobre el arte para “recreo espiritual” (don Antonio Ferré, 13 de febrero de 1956). Fundó la Fundición Porto Rico Iron Works en la Playa de Ponce y posteriormente la Ponce Cement junto a sus hijos José, Luis, Herman y Carlos.
Cursó sus primeros estudios en el Colegio del Sagrado Corazón, en Ponce. Se graduó de escuela superior y a los 16 años ya era estudiante en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Siendo estudiante, se hospedó en la Residencia de Señoritas de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad, que se llamaba Holy Trinity Academy. Allí tuvo la oportunidad de realizar trabajo misionero en comunidades pobres de Río Piedras. Su inclinación al servicio a los más necesitados se comenzó a manifestar desde muy temprano en su vida; ya desde los 12 años soñaba con dedicar su vida al trabajo misionero. De niña, organizaba grupos con sus amigas para dar clases de Catecismo en sectores pobres de Ponce. Cuando le preguntaban qué quería ser cuando fuera grande, ella decía que bailarina o monja. Al morir su madre cuando tenía 17 años, Sister Isolina quedó bajo la tutela de su hermana Saro, una mujer llena de cariño y espiritualidad. Unos años después, cuando contaba con 21 años, tomó la firme determinación de ingresar al convento de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad en Filadelfia. Así comenzó una entrega total a la vida religiosa y misionera. Su guía espiritual fue el padre Thomas A. Judge, fundador de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad. En una ocasión, éste le dijo proféticamente: “El Todopoderoso Diseñador tiene un plan de vida para ti y en cada uno de tus días Su misteriosa Providencia está tejiendo todo esto en un trabajo de belleza incomparable… Hija… Dios te necesita para ayudar a tantos niños pobres que hay en Puerto Rico”. Obtuvo un Bachillerato en Artes del Saint Joseph College for Women en Brooklyn, Nueva York, y una Maestría en Sociología con especialidad en criminología de Fordham University, también en Nueva York. Ingresó al noviciado en 1935 y durante todos esos años, su labor misionera la llevó a servir a los pobres y necesitados en diversos lugares de Estados Unidos y Puerto Rico. Norton, Virginia, 1937 Sister Isolina trabajó muy duro en este pueblito minero en los Montes Apalaches. Durante seis meses, se dedicó a la catequesis en una parroquia muy pobre donde uno de los objetivos principales era llevar esperanza a los mineros. Brooklyn, Nueva York, 1937-1940 Su labor principal consistió en identificar a los católicos venidos de Europa a través de un censo. Wareham, Massachusetts, 1940-43 Trabajó con inmigrantes portugueses que vivían en Cape Cod y laboraban en campos de cultivo de arándanos (“cranberries”). Long Island City, 1943-46 Se incorporó a una parroquia para llevar la Buena Noticia del Evangelio a comunidades italianas. Cabo Rojo, Puerto Rico, 1946-1955 Colaboró en la catequesis juvenil y como parte de su labor ayudó a formar equipos de béisbol con nombres de santos de la iglesia, en momentos en que en este pueblo católico se asomaban conflictos entre los trabajadores de las salinas. Río Piedras, 1955 Fue maestra en el Colegio de la Merced. Brooklyn, Nueva York, 1958-1968 Fue enviada a trabajar en el Centro Dr. White, un centro comunitario donde había muchos programas de tutorías, deportes y artes, entre otros. Hacia el 1961 inicia su maestría en la Universidad de Fordham bajo la tutela del padre Joseph Fitzpatrick, SJ, quien se convirtió en su mentor, consejero y amigo y más tarde en cofundador de los Centros Sor Isolina Ferré en la Playa de Ponce. Playa de Ponce, 1968-1996 Llegó a la Playa de Ponce con el objetivo de descansar, según habían determinado sus superiores. Pero muy pronto se dio cuenta de las grandes necesidades del sector. Ante la gran problemática existente de deserción escolar, delincuencia juvenil y la necesidad de unificar los barrios y sectores de la Playa a través del deporte y las alternativas a la educación, fundó el Centro de Orientación y Servicios en 1969, con el fin de ofrecer oportunidades de estudio y desarrollo para jóvenes y adultos. Aquel primer centro, que después se convirtió en el Centro Sor Isolina Ferré, fue el comienzo de un modelo mediante el cual intercesores de la comunidad identificaban las necesidades y ayudaban a las personas a superarse para alcanzar el desarrollo de cada hombre y mujer en su plenitud. Su enfoque principal siempre fue la prevención de la delincuencia juvenil, la revitalización de la comunidad y el fortalecimiento de los valores de la familia. Así comenzó una obra que fue haciéndose cada vez más fuerte y presente no solo en la Playa de Ponce, sino también en Guayama, Caimito y el residencial Villa España, en San Juan; Canóvanas y otros pueblos del área sur y central. Custodia de la Misión, 1996-2000 Luego de dirigir los Centros Sister Isolina Ferré por 28 años, por determinación de sus superiores Sister Isolina pasó a convertirse en Custodia de la Misión. Su labor principal fue salvaguardar los objetivos y propósitos originales de la Misión de los Centros. La vida de Sister Isolina es un ejemplo del amor a Dios reflejado en el amor al prójimo. Su obra tiene como misión promover el desarrollo integral de la persona a través del servicio y los programas establecidos que transforman vidas y revitalizan comunidades. Su dedicación y grandes aportaciones han sido ampliamente reconocidas:
La obra que “El Ángel de La Playa”, como cariñosamente le llamaban, comenzó en Ponce y sigue tan viva como cuando ella dirigía cada detalle de su operación ha convertido en proféticas sus palabras: “Esto no ha terminado, porque aunque mi naturaleza mortal detenga mis pies y yo desaparezca físicamente hay una nueva generación que está contagiada con el mismo cosquilleo que yo y que tampoco podrá detenerse”. Su vida terrenal concluyó el 3 de agosto de 2000. Desde su morada en la patria celestial, continúa intercediendo ante el Señor por su obra y por todos nosotros. Información recuperada de: http://www.csifpr.org/sister-isolina-ferre/
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